HORNASOL EXIGE QUE EL PALACIO DE MORATALLA SE PROTEJA COMO PATRIMONIO ANDALUZ

 

El Ayuntamiento de Hornachuelos pide explicaciones por el abandono de Moratalla

Los jardines y fuentes del recinto, que está declarado BIC, presentan un estado deplorable | Los empresarios turísticos de la Vega del Guadalquivir reclaman a las administraciones que actúen

 
Los jardines de Moratalla siempre han presentado una imagen impecable, como muestra esta foto. - CÓRDOBA

Los jardines de Moratalla siempre han presentado una imagen impecable, como muestra esta foto. - CÓRDOBA

Rafael ValenzuelaRafael Valenzuela
01/03/2021

El Ayuntamiento de Hornachuelos va a remitir sendos escritos a la propiedad del palacio y los jardines de Moratalla y a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía informando del estado de abandono en el que se encuentra el recinto palaciego, que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1983.

Situado a unos 7 kilómetros del casco urbano de Hornachuelos, el palacio de Moratalla cuenta con unos exteriores incluidos en la ruta de jardines singulares del mundo y una edificación que recibía visitas turísticas constantemente. Ahora presenta un estado deplorable, pues no recibe ningún tipo de cuidado. En su interior proliferan las hierbas y los jaramagos y algunos estanques y zonas ajardinadas están bastante deterioradas, lo que ha disparado las alarmas tanto en el Ayuntamiento como entre los empresarios y vecinos de la comarca.

La concejala responsable de Patrimonio Histórico del Consistorio melojo, Teresa Durán, ha explicado a este periódico que el recinto de Moratalla (palacio y jardines) es propiedad del Banco Santander desde hace un par de años aproximadamente, cuando esta entidad adquirió el espacio al entrar en crisis la empresa del anterior propietario, Ignacio Medina, duque de Segorbe. Medina es promotor y gestor de varios hoteles y establecimientos enclavados en edificios históricos en diversos puntos de Andalucía, entre ellos el hotel Casas de la Judería de Sevilla, y en el caso de Moratalla también había realizado una inversión muy importante para intentar convertir este espacio en un hotel de cinco estrellas. Además, se organizaban eventos de todo tipo y se recibían grupos de visitantes de muy diversas procedencias.

El Palacio de Moratalla está declarado Jardín Artístico y Bien de Interés Cultural en base a la Ley de Patrimonio Histórico Español, e inscrito en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. Según los datos que maneja la Junta de Andalucía, la superficie afectada por la protección del bien afecta tanto al jardín diseñado por Nicolás Forestier en el siglo XIX como al diseñado a inicios del XX y al palacio.

La concejala señala que la Ley de Patrimonio (14-2007) recoge que el propietario de un espacio declarado BIC está obligado a mantenerlo en perfecto estado, así como a permitir visitas al recinto. Algo que, señala la edil, "el anterior propietario sí cumplía a la perfección, pero desde que se hizo cargo el banco, no ha sido así". Por ese motivo, añade Durán, se dirigirán a la propiedad y a la Junta de Andalucía para evitar la pérdida definitiva de un espacio que ha sido uno de los mayores reclamos turísticos de la zona y que tiene un gran valor histórico.

Estado que presenta el estanque el ciervo, uno de los más conocidos rincones de Moratalla. CÓRDOBA

La concejala señala que este asunto preocupa mucho a un ayuntamiento que en los últimos años viene haciendo una apuesta importante por promover iniciativas y proyectos de envergadura relacionados con el turismo. Similar preocupación muestran desde la Asociación de Empresas Turísticas del Valle del Guadalquivir, cuyo presidente, Francisco Mulero, mostró a este periódico su "repulsa por ver cómo se encuentran los jardines". Mulero, que hace unos años coordinaba las visitas a Moratalla y organizaba eventos en el recinto, asegura que le ha sorprendido ver el estado en el que se encuentran los jardines y teme que la falta de mantenimiento de todo el espacio esté afectando también al edificio del palacio.

El empresario indica que también tiene intención de manifestar su preocupación e indignación a los estamentos correspondientes, algo a lo que se sumará el Grupo de Desarrollo Rural del Medio Guadalquivir, porque consideran que además de lo que supone el abandono de un recinto histórico, también se está incumpliendo la ley al no permitir visitas. Y en el ámbito estrictamente económico, se está dejando de recibir un número de turistas muy considerable, además de no poder celebrar no pocos eventos.

Explica Francisco Mulero que para Moratalla, además del hotel que promovía el duque de Segorbe, que tenía previstas 20 habitaciones, también existieron otros proyectos muy interesantes que han quedado en el cajón, como un centro ecuestre de alto rendimiento, un centro de formación postmaster para altos ejecutivos o un campo de golf. "Se ha perdido todo", en un lugar que reunía grandes posibilidades, situado estratégicamente y de cuyo gancho se beneficiaba toda la comarca de la Vega del Guadalquivir.
Por su parte, Andrés Antúnez, responsable de la empresa Córdoba Viva, que organizaba visitas a Moratalla y a la comarca, indicó que solo su empresa llevaba anualmente unas 3.000 visitas al palacio.

La fuente del ciervo era uno de los lugares más fotografiados del recinto palaciego. CÓRDOBA

Reportaje

El palacio de Moratalla y sus jardines tienen una extensión aproximada de 20 hectáreas, en las que en sus mejores momentos se identificaban hasta 160 tipos de plantas. El diseño corresponde al paisajista francés Jean Claude Nicolás Forestier, que también dejó su impronta en los famosos jardines del parque de María Luisa en Sevilla. El jardín se ejecutó a finales del siglo XIX, para ser remodelado nuevamente en 1914, dotándolo de la distribución y el diseño que tenía hasta el momento del cierre del recinto.
Este espacio, nombrado no pocas veces como el Versalles cordobés, ha visto pasear por sus frondosos jardines a personalidades de la nobleza española, de los que su máximo exponente fue el rey Alfonso XIII, quien hizo de Moratalla un lugar para su descanso habitual.

La hacienda tiene origen romano, pues algunos investigadores así lo han aseverado, ya que son abundantes los vestigios de dicha época que existen en los alrededores de la finca. En la época árabe ya existió en la misma ubicación un pequeño castillo llamado Murad, después Moratiella (de donde procede su nombre actual). En el siglo XIII, Teobaldo de Saavedra y Cueto (hijo del duque de Rivas), primer marqués de Viana, contrae matrimonio con la propietaria, María del Carmen Pérez de Barradas y Bermy Bernuy, viuda del marqués de Villaseca. Esta dinastía fue la propietaria del palacio y los jardines hasta los últimos años del siglo XX, cuando la propiedad fue adquirida por Ignacio Medina Fernández de Córdoba, duque de Segorbe, que puso en marcha una importante adecuación del palacio para convertirlo en hotel de lujo, sin llegar a concluir su propósito debido a la crisis del 2008.

Conocidas son las numerosas visitas que Alfonso XIII realizó a la finca meloja, pues, como gran aficionado a la caza, se desplazó en numerosas ocasiones hasta Hornachuelos a participar en monterías organizadas en distintas fincas de la sierra.

Además de los grandes espacios verdes, entre frondosos jardines, extensas zonas de sombra por su abundante arboleda y paseos con setos, arriates, fuentes y estatuas, para satisfacer las aficiones deportivas y de ocio de la aristocracia, contó también Moratalla con un campo de polo que era, en su momento, el único existente en Andalucía.

Una de las zonas de arboleda que existen en la finca, totalmente descuidada. CÓRDOBA

Pero además del monarca Alfonso XIII, que tiene reseñadas sus visitas en un azulejo creado ex profeso para recordarlo (la última en enero de 1927), otros destacados miembros de la nobleza también visitaron en alguna ocasión el recinto palaciego.

Además de la zona residencial de los propietarios de la hacienda, Moratalla es una finca muy conocida en toda la Vega del Guadalquivir cordobés. Situada entre los municipios de Palma del Río, Posadas y Hornachuelos, la finca contaba tiempo atrás con una gran extensión de tierras de labor, en la que tradicionalmente han venido trabajando jornaleros y obreros del campo de toda la comarca. Hoy, esa actividad se mantiene pero ya gran parte de esos latifundios están desligados del recinto palaciego, que se configura como un pequeño oasis botánico entre grandes extensiones de naranjos. Precisamente los trabajadores del campo, o algunos de sus representantes, protagonizaron otro de los episodios más conocidos de este recinto en los últimos años, cuando una marcha reivindicativa del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ocupó simbólicamente la finca. Las imágenes de los trabajadores disfrutando de la piscina del palacio llegaron a todas las redacciones periodísticas del país.

Ahora, el que en un tiempo no demasiado lejano era todo un símbolo de gloria, esplendor y empleo (hasta cuatro jardineros se encargaban del mantenimiento del recinto) ofrece una imagen desoladora, que ha hecho que se movilicen en su defensa tanto el Ayuntamiento, por la parte patrimonial, como empresarios, porque con el abandono de Moratalla se abandona también un punto de actividad de turística que irradiaba flujo de viajeros a todos los municipios de la comarca y en el que se habían depositado grandes esperanzas, pues no eran pocos los proyectos que se barajaban para que Moratalla siguiera siendo punto de encuentro, solaz y disfrute de los visitantes.

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